La fragilidad de la infancia… y la pureza de su despertar a la vida despereza la necesidad de acoger, proteger, cuidar para ayudar a crecer en armonía.
La fragilidad de la infancia… y la pureza de su despertar a la vida despereza la necesidad de acoger, proteger, cuidar para ayudar a crecer en armonía.
Música gnawua para curar el alma, purificarte antes del último viaje de esta piel que se desprende entre los basaltos, el viento del Sahara y los restos de Khool en las pestañas…
¡Baraka! Bendiciones para los músicos que trasforman los pálpitos en cantos.
Sáhara,
arena y luz,
sombras y sendas donde los sueños se hacen realidad.
Celebración de la vida y la magia
Sáhara
cofre donde habitan los latidos de mi corazón.