domingo, 28 de octubre de 2018

Jenjibre


JENJIBRE

E
ra uno de los componentes más utilizados en la primavera. Jarabes, tinturas, infusiones y compresas aplicábamos para mitigar las náuseas, los mareos de las embarazadas y eliminar las flatulencias de amantes insaciables.

Echinácea


ECHINÁCEA

L
legaban cada dos semanas desde Canadá, empaquetadas sus flores, sus hojas y raíces. La usábamos contra la mordedura de serpientes y en las heridas. Con las primeras lluvias y fríos, Ariadna comenzaba a tomársela en infusiones, para prevenir resfriados. En verano la enviábamos a la región de Bio Mhadei, en India.

Sangre de Drago


SANGRE DE DRAGO

P
rocedentes de Perú llegó un paquete con la savia de este árbol. Ariadna lo guardó tras etiquetar su lugar de procedencia y la fecha en que habían hecho la incisión en la corteza, para extraer aquel líquido rojo, que aceleraría la cicatrización, sellaría heridas, frenaría infecciones y sería el único antiséptico vaginal que toleraría Luisa.







Árnica


ÁRNICA

C
on la flor amarilla de esta planta me inicié en la preparación de tinturas. Introduje 20g de flores en 100g de alcohol, de 60º. Lo dejé macerar durante diez días. Después diluí una parte en tres cuartas de agua. Con esta tintura mitigué el dolor de las contusiones que mi amiga me mostró. El pié retorcido, en su huida de la violencia, lo curamos con una aplicación de paños embebidos en unos 20 g de glicerina, 50g de agua y 60 g de árnica.


Malva


E
l panal está en peligro, el exquisito manjar corre riesgo de robo y las abejas lanzan su aguijón, clavando su furia en la piel del agresor. Comienza la inflamación, el veneno se adentra en el flujo de sangre, pero la malva lo detendrá. 

Caléndulas


CALÉNDULAS

C
on sus flores amarillas y anaranjadas las caléndulas apagarán el fuego que se extiende sobre la piel, tras el aterrizaje de los insectos y las quemaduras provocadas por la rabia incontrolada, injusta y desmedida.


Loto


LOTO

L
as hojas alcanzan ya el metro y medio de radio sobre el estanque, la flor rosada en su esplendor ayuda en las meditaciones de la mañana mientras, la fruta se va conformando, y en su interior las veinte semillas van gestándose. Semillas que se convertirán en harina. Harina para un pan muy especial.



Hinojo


HINOJO

F
lores, hojas, y raíces llegaban por correo desde diferentes lugares del mundo. Había toda una red de chamanas que compartían las riquezas que cultivaban. Acababa de llegar el hinojo y Ariadna me envió a buscar a Paquita. Por fin, con unas infusiones sus pechos podrían seguir amamantando a sus gemelos.





Gobernadora

GOBERNADORA

A
l otro lado del río Bravo, José deambula buscando una hierbería en vano. Se retuerce de dolor en su catre. Mientras uno de sus vecinos de Tamaulipas le prepara una infusión, con las últimas hojas de gobernadora que trajo consigo.
La gobernadora alivió la infección en el riñón.  “- Mi hijo, ya sabes lo que es un dolor de parto”.

Árbol de trompetillas


ÁRBOL DE TROMPETILLAS.

A
riadna me llevó hasta el fondo de su invernadero y  en una esquina me mostró un árbol delgado de unos tres metros de alto, cuyas ramas frondosas se asemejaban a una mujer irguiéndose lentamente, mientras contenía en sus brazos una gran cesta rebosante de frutos. La posó y me dijo:  – El Floripón, ha sido un regalo que vino de América. Antiguamente sus hojas se usaban en rituales mágicos. Se fumaban y las visiones eran más nítidas. Algunos llegaron a atravesar el túnel sin retorno posible.  
Escuchaba y miraba con tanta fascinación, que Ariadna me invitó a contemplarlo desde el suelo, y me tumbé con los ojos cerrados, al abrirlos un sin fin de flores blancas, laberínticas me cantaban, la Reina de la Noche comenzaba su canto. 




Flor de las hadas


FLOR DE LAS HADAS

A
trapas mi mirada, curiosa, cálida, para volver a intentar trazar esa curva suave, ese temblor con el que tus jugos se desbordan. Poder hipnótico de tus pétalos, en cada uno de ellas habitan las mujeres que serán, cuando las caricias despierten sus cuerpos. Orquídeas moradas, rojas y blancas, amarillas, los colores del abanico de afrodisíacos con los que despertarás los apetitos de mil sultanes.



Un abanico de flores

Bajo este etiqueta aparecen diversos microrelatos que escribí tras terminar el libro Jardines de Ariadna. 
Me fui encontrando con estas flores, de tres jardines muy diversos, diferentes y apasionados. 
Hoy salen a la luz en este blog, tratando de expandir sus semillas. 
Espero que las disfrutéis.

Un abanico de flores


PLANTAS DE JARRA

A
éreas, carnosas, expanden su fragancia, atraen a los insectos para devorarlos. Jarras de bebedizos mágicos con los que consolidar posiciones, lograr el poder… La quietud amansa el frenesí para conseguir inmovilizar, y devorar al insecto curioso.
Contemplándolas aprendí que la exuberante belleza encierra peligros, misterios y secretos.