la luz de las granadas abiertas,
me hechiza desde el cuenco de tus manos
El sabor de la granada verde
eclipsó todo el dulzor de las granadas
que rodaron entre prohibiciones y tentaciones,
durante las siguientes décadas.
Amargas y saladas se han vuelto
los frutos de tu paraíso
¿Me devolverás la suave caricia
de su jugo entre mis dedos
tintando de azúcar mis manos?
La alquimia se producirá
entre tus manos y mis manos
entrelazadas a la sombra de un Alcázar.
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