El pan llega a la mesa, gracias a
las manos femeninas que amasan y escuchan al trigo, sus rumores, le dan su
tiempo para crear la masa madre que hará que fermente y se eleve la masa. Luego
el hombre con su dominio del fuego lo horneará y llegará a la mesa en la que
compartirán con amor y gratitud… Bismillah
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