Sutil aroma
Embriagador perfume el de la rosa
El jabón negro con su aire aceitunado nos lleva al interior del hamman donde los cuerpos encuentran el tiempo para reencontrarse consigo mismos.
Relajación mientras el bullicio queda afuera,
Serenidad que te envuelve cuando hueles en plena calle
Entre el humo de las motos, y el calor que desprende el asfalto el comino, la menta, la canela y vuelves al placer relajado de rebañar la fuente del tahin con el trozo de pan entre los dedos índice, pulgar y corazón. Alimentarse desde la fuente del placer, desde la piel para dejar que sean ya no solo los colores, sino los aromas, y los sabores, las texturas las que se expanden desde tu boca a tu estómago, recorriéndote entera, placeres cotidianos que nacen del tiempo sin tiempo.
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