miércoles, 5 de marzo de 2014

Al margen


5 de marzo 2009 La mañana enturbiada en granizo  estridente sobre el parabrisas, apaleando los cristales, el techo del coche,  ruedas de camión en el horizonte, luces rojas  destacan en medio de esa cortina de agua y viento que, dobla los paraguas, y por fin a cubierto hacia las  9:30, sintiendo la humedad  avanzar por las corvas, por las muñecas, por la nuca,…La oscuridad desaparece con el brillo de la sonrisa de Eloy, que me ve y viene hacia mi, tambaleándose sobre sus pies zambos y tarareando mi nombre,   el frío se eclipsa. 
-  Médico,…
- No viniste ayer porque fuiste al médico ¿no?
- Sí.
Y me acerca la mejilla reclamando como cada mañana, su beso. Más tarde deja su mochila y con el mandilón cerrado por el velcro viene de nuevo a darme él un beso y empezar a trabajar… Me transporta el presente, al ahora, no hay mañana, no hay ayer, hay lo inmediato, él y yo, la complicidad, la alegría de estar vivos, de conectar con la niña que fui y jugar con el niño que es. Es un milagro, nuestro Eloy.
El horario, las rutinas, el pis  a las once, la maestra programa la alarma y hasta las 11 no toca hacer pis con Pilar, hasta que suene la música de Fito no es la hora de ir al baño.  Dan las 11:10 cambio de clase, y ya ha ido al baño. Hoy nuestro príncipe controló el esfínter,… y en la casita untamos queso en la rebanada de pan, aprenden a agarrar un cuchillo y diez minutos antes del recreo la sangre mana de la nariz de Eloy. Mana roja, abundante, caliente y su maestra lo eleva y se va abrazada a él en busca de Alberto, Alberto… Alberto, el hombre de pañuelo al cuello, sonrisa en los labios, suavidad y firmeza,  que aguarda con el anticoagulante mientras la furia desatada del poder se repliega sobre Eloy,  armada con sus guantes y un trozo de papel y comienza a ordenar sin sentidos,  trata de apartar a Alberto, le ordena que se vaya,  pero él permanece expectante, cerca de nuestro príncipe que sigue sangrando, asustado,  y buscando a mamá, a Pilar, a María, … el teléfono suena y la madre acude rauda y veloz, nerviosa. La hemorragia había cesado ya. Y lloró al verlo. Lloró somnolienta, lloró en silencio,… 
¿Cuánto tiempo le queda a Eloy? No hay respuesta médica.  ¿Amanecerá mañana envuelto en su sangre cadáver?  ¿Vivirá un año más?.  Su madre se sienta cada noche a velar su sueño, cae en brazos de Morfeo cuando él está en el colegio, y agradece que Eloy cuente con alegría cómo pinta macarrones, cómo hace teatro, cómo baila, cómo hace de flor, cómo pinta máscaras, cómo extiende el queso en el pan, cómo viene a mi clase a por pinturas,…Eloy que se fue del cole caminando de la mano de su madre y su maestra, mañana no vendrá a clase.
Y mañana, a las 9:45, extrañaré su suave golpear en la puerta de mi clase y la carita sonriente de nuestro príncipe, pidiéndome un beso,…    

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