HUELGA PROHIBIDA
(1 de abril de 2009)
Anoche tuve
un sueño,… caminábamos todos juntos:
Eloy, Carlos, Juan, Noel, Joselyn, Christian, Kike, Mónica, y María por un campo verde, descalzos, alegres,
a nuestro ritmo, sintiendo la hierba acogedora bajo los pies, acariciando el
empeine del pie. Era una hierba tan verde, tan tupida y suave que era fácil y
agradable caminar, caminar hasta la arena, arena de una playa, una playa
solitaria envuelta en una niebla espesa, densa, que nos rodeaba creando un
círculo protector alrededor nuestro.
Caminábamos
unos al lado de los otros, sin necesidad de agarrarnos, ni de sujetar a nadie,
movimientos en forma de espiral, circunferencias con sus arcos, hasta formar un
círculo que se abría y se cerraba rodeado de niebla. El mar lo intuíamos cerca,
la olíamos, se escuchaba pero no lo veíamos.
Todos
fuisteis encontrando caracolas, caracolas grandes y de tonos rosados,
amarillentos, brillantes. Yo no encontré ninguna. Veía vuestras manos con la
caracola, la abarcabais con la mano, y me la mostrabais.
Las miraba,
tenían unos tonos rosados tan intensos,… y entonces Eloy se acercó y colocó su
caracola en mi mano. Las acercamos al unísono, sin decir ni una sola palabra y
saqué una fotografía: sobre un fondo de arena húmeda aquel círculo perfecto de
caracolas sostenidas por las manos amigas, por las manos que sostienen mi
ilusión y generan a diario el sentido que necesito para enfrentar cada día.
Desperté
serena, abrí los ojos y sentí la fuerza de esa red de respeto, confianza, y
apoyo que tejemos cada día, la red de protección que, nos ayuda a seguir
haciendo piruetas mortales en este circo en el que trabajamos.
Hoy diez
minutos antes de irnos a casa, volví a despertar al veros a los dos, a Maria y
Eloy así…mirándome en el pasillo, con una sonrisa fresca, radiante y cómplice.
No hay comentarios:
Publicar un comentario