DESPEDIDA
Se va
nuestro cuidador, el último hombre que con su bata blanca nos ayuda a
desplazarnos, a recorrer sin perder el equilibrio sobre el cable que, atraviesa
los tediosos abismos entre los que caminamos al cambiar de espacios. Nos
quedamos como un banco sin pata, como un cuerpo sin manos,… en la jaula nos
quedamos encerradas, tristes y Cris llamará, gritará tu nombre: - Armando,
Armando, … sin que nada ocurra que le haga sonreír, que le lleve a danzar una
vez más, alegre, y risueño.
Joselyn ya no podrá explorar curiosa el vello
de tu brazo y arrancarte alguna palabra junto con algún que otro pelillo.
La melodía
de esas voces graves se apaga, y con ella la autoridad de la figura paterna.
ZULOS
Los cigarros se consumen en
el zulo, entre cachivaches inservibles, en el recodo del edificio más
inaccesible se encuentran las fumadoras para trazar círculos de humo, humo que
se eleva entre confidencias, suspiros, y posos de cafés. Zulo transformado en puerta de emergencia,
puerta por la que escapar del yugo del control policial de la puerta principal.
Pero desde
el exterior no hay timbres, no hay luces rojas que nos anuncien que alguien al
otro lado puede oír nuestros gritos, nuestra necesidad de ayuda. Fuera se
produjo la agresión contundente, que nos dejó con una baja más en la plantilla,
fuera estaba la ambulancia que llamaron desde un móvil para encontrar respuesta
ante la impotencia, el desequilibrio entre las fuerzas de contención y
explosión. En el patio aguardaban a que decidieran quien acompañaba al menor al
hospital. Mientras el reloj seguía implacable su curso, las ausencias eran
notables y la aguja marcaba el cambio de responsables, la franja del medio día,
la orilla que nos libera de navegar en esta aguas, y con la cabeza entre las
piernas ordenaron a los inmediatos inferiores que se fueran con el chaval al
hospital.
Una piedra
más contra nosotras mismas, una piedra de molino por la que tirar, que
arrastrar que nos ahogará. Y la pregunta que brotará de mis labios sin que
pueda reprimirla: - ¿Y si fuera tu hija te gustaría ir a buscarla al hospital y
que la hubiesen mandado allí sin su tutora, sin nadie que sepa qué ocurrió?- La
pregunta que me ayuda a encontrar sentido en el fondo de este agujero negro, de
esta selva despiadada.
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