MANOS
En tus manos
veo reflejadas tantas vivencias compartidas, los tirones, las caricias, las
esperas pacientes, las contenciones, las presiones a las que nos someten y las
que neutralizamos trazando líneas rectas sobre cartulinas de colores. En las
líneas de tus manos están las huellas de historias que nos ha hecho crecer,…
Tus manos, con los dedos abiertos descansan sobre tus piernas cruzadas y la
confianza nos alimenta la esperanza de construir un mañana donde tu alegría
impregne el aire, cada arista, y barra las esquinas donde se acumulan los
silencios de la culpa, el miedo, y el asco. Esas manos que de vez en cuando se
quedan quietas, rígidas, y en su tensión nos recuerdan que no podemos bajar la
guardia, esas manos que acompañan, manos ágiles, dispuestas para trazar nuevas
rutas en las que adentrarnos para aprender a que emerja la parte más humana,
frente al lado salvaje y despiadado de los animales acorralados. Manos fuertes
que saludan, acarician, sostienen, miman, cantan, dibujan, guían, susurran,
aguardan, manos cálidas, fuertes, con las uñas cortadas, dedos largos, manos
bien dispuestas para sostener, lanzar, volar… hacia tu bondad, generosidad y
esa alegría que se ha ido apagando, pero que como la luna volverá a su
plenitud, para tejer ese circulo de amor respetuoso, en el que nos sentimos
nosotras mismas, capaces de crear un
presente cargado de posibilidades que hablan del placer de estar vivas, de
viajar y de soñar despiertas. Manos sabias,.. así son las manos de María. Manos
que piden más, más,…
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