lunes, 10 de septiembre de 2012

Aves migratorias


AVES MIGRATORIAS

Nadie se acerca hasta el lugar agreste  
donde madura la locura como un fruto.
Julio Llamazares.


A Tere Rodríguez Vega, Mercedes Martínez Cadenas, y Susana García Rodríguez por el apoyo. 
A Ana Romero por escucharme. 
A Juan Florez por el humor con que cada día condimenta nuestro hacer diario. 
A Ana Artime por sus gestos de cooperación y ayuda. 
A Lidia Hevia por estar presente en el punto más álgido y corroborar la percepción de la realidad. 
 A la familia Barakat por alimentarme con sabrosos guisos que templan el alma y el cuerpo. 
A todos ellos mi gratitud por ayudarme a sobrevivir en el curso 00/01, allá, en el pantano de la locura.



PLAN DE EMERGENCIA ECUACION DE EVACUACIÓN.

Alunicé en un nuevo mundo de listas, peticiones, brumas e incendios. Arde, arde como la yesca el proyecto de un nuevo enfoque, lejos del canon repetitivo y patizampo, de la ecuación directa, donde despejar la incógnita es un acto mecánico y automático. Estamos en la práctica.  
¿Hay que evacuar, dejar la teoría?. No es posible, cómo navegar sin timón, sin cartas de navegación. Vigotsky está más presente que nunca: - Somos seres sociales fruto de la evolución filogenética y ontogenética.- En esta cultura de la emigración las recetas hablan de paraísos perdidos, de túneles por los que escapar, de anzuelos con los que atrapar a soldados para expandir los batallones de espías, en los territorios imposibles de conquistar. Todos los intercambios estarán impregnados de claras a punto de nieve que se han montado con rapidez, sin un atisbo de cariño, ni constancia, por lo que su orden natural tiende a desmoronarse. Hay demasiada alegría, en la bienvenida, demasiada efusión por mi llegada y apenas preguntas corteses. Sin duda el árbol que me asignan debe ser el más repudiado. 


* * * 


Se abre el intervalo en el momento en que con el Play Michael Hopée nos brinda la oportunidad de mantener nuestra propia voz en el silencio comprensivo. El intervalo tiende a infinitos negativos, la realidad circundante: temblorosa, ciega, desprotegida, primaria. La luz se filtra ténue entre los nubarrones, pero no se pierde, está contenida en el océano, chispea, oscila, crepita con lentitud para favorecer la serena quietud de volver al origen, a la respiración que flota, mecida por las olas de la Playa de San Lorenzo. 
  


ANIDANDO

 El ave migratoria anida en el pantano y todo es confuso, tétrico, denso. Hay troncos vacíos repletos de disidentes, de hechiceros, con pócimas de irresponsabilidad. La humedad trepa hasta causarte dolor en las rodillas. Los habitantes del ecosistema ya tienen nombre y apellidos. Ya no son un pliegue montañoso formado por estratos diversos: el mármol, la caliza, la arena y el humus. La capa más profunda está contenida por un mármol duro, frío, sin a penas vetas, mientras la caliza es porosa, delgada pero ocupa mayor espacio que el mármol. La arena oscila ya que el humus es escaso y hace falta un equilibrio entre el agua y el sol para lograr la germinación de las semillas de la paciencia, la tolerancia, la bondad, la creatividad, el respeto y la convivencia pacífica.  
Brota la necesidad de construir un nido para pasar el equinoccio de la primavera y el otoño junto con el solsticio de invierno hasta que de nuevo el verano, con su plenitud, me devuelva a mi hábitat natural con olor a papel reciclado y tinta impregnada de íodo y sal marina. Pero la materia prima escasea, dado que no soy un ave carroñera, ni mi naturaleza se alimenta de la mediocridad, ni soy cigarra, ni abeja obrera. Soy ave migratoria, de la familia de las cigüeñas que vive con el corazón en el sur y con la mente pragmática del norte capitalista. No busco revanchas, ni colonizar, ni mandar, ni cambiar la fuerza de la gravedad. Tan sólo sobrevivir, flotar en el reflujo de la marea hasta llegar a playas salvajes, en las que crecer hacia adentro para lograr alcanzar disociar: el llanto de la risa, el grito de la palabra, la locura de la cordura, la libertad del miedo. 
  


NICHO ECOLÓGICO

No hay compañeros de viaje, hay acompañantes en esta nave que cruza los pantanos de la locura. Esta nave construída hace casi veinte años, lejos de los sonidos de la civilización, lejos del bullicio con apariencia de normalidad, porque la mayoría prefiere no mirar a los ojos a la vejez, la enfermedad, a la locura y a la muerte, no vaya a ser que se encuentren con una parte de ellos mismos. Esa embarcación hay que negarla, amordazarla, esconderla, silenciarla. Pero en el fondo todos los tripulantes de este barco somos malabaristas, equilibristas ya que la línea que separara la cordura de la locura, lo normal de lo anormal es fina, quebrazadiza y en este Circo que comienza su espectáculo cada día, alrededor de las diez de la mañana, no se trabaja con red y las piruetas son mortales. 
- ¿Hay tanatorio en el colegio? Pregunta alguien. 
La frontera entre la vida y la muerte es frágil, tan débil como la línea que escinde el orden y el caos. Los equilibristas navegan jugando con el tono de su voz, con la inclinación de hombros, con las miradas capaces de paralizar durante unos segundos el ritmo patológico. El alambre sobre el que el equilibrista hace sus piruetas tratando de alcanzar el otro extremo, donde aguarda una vía de ferrocarril, está perdiendo elasticidad y la caída será mortal. Mientras desde  el tren nos saludan, nos sonríen, nos tiran sus pedazos mordisqueados de bollos, nos ofrecen agua, durante los escasos minutos en que la máquina de vapor carga el carbón. No res lo bastante rápido para alcanzar el otro extremo. Hay que seguir entrenando, jugando, entreteniéndose. Matar el tiempo. Entonces suena la sirena y me voy conduciendo hasta casa y a media voz pienso: - Elegir una muerte, un final digno, silencioso. Saber irse a tiempo y hacer un buen mutis no te lo enseñan más que en la escuela de la vida. Morir y nacer, la cara y la cruz de la misma moneda. 
El día nace con el sol cegando los ojos y las montañas nevadas del Aramo contenidos en el retrovisor. El día crepita, al entrar en contacto con el áspero escupitajo, con los hilos de sangre que descienden de la nariz hacia el labio hinchado, tras los múltiples puñetazos. Y por fin, el día muere. Muere con el olor penetrante de los vómitos y la mierda. En la esquela: control de esfínteres con letras en negrita. Y en el fondo de la papelera los programas de los expertos transformados en pelotas de pimpon por los analfabetos conceptuales y políticos. 
  
  
  
  
  El 30 de octubre 2000 falleció tras una embolia cerebral:

EL DESARROLLO

Su desconsolada viuda: La comunicación. Sus hijos prematuros: el equilibrio emocional, la capacidad de tomar decisiones, la motivación, la libertad, el compromiso solidario. Y sus nietos: el control de esfínteres, la coordinación dinámica, la estructuración espacio-temporal. RUEGAN un acto de contricción por su irrevocable pérdida. 
  
  
   

FUNCIONALIDAD.

- ¿Para qué quieres que sepa leer y escribir?. 
_ Para que se entretenga con un libro cuando se aburra. 
 No sólo se necesita atender a los infantes sino a sus progenitores, porque nos enfrentamos a una familia enferma, a una familia que tienen que afrontar su ciclo vital con uno de sus hijos etiquetado por el INSERSO como minusválido. ¿Quién escucha a la madre que intenta que su hijo duerma con diecisiete años solo?. ¿Quién orienta al padre que piensa como reprimir la sexualidad de su hijo con bromuro?. ¿Cómo es el proceso de reconceptualización sobre el uso de la medicación?. ¿Quién definió la medicación de babeo?. ¿Cuánto tiempo perdemos negando la realidad y los hechos?. ¿Pueden ellos, los/as alumnos/as permitirse perder el tiempo?.  
- Ya me aburrió el cole. 
- ¿Te aburre el cole?. 
- Sí, ya me aburrió el cole. 
- ¿A qué vienes al cole?. 
- A ser un señor. Ya me aburrió el cole. 
- ¿Te aburres de tocarte el pene?. 
- No.  


ESCUDOS

Son artículos imprescindibles en el hacer diario. Los hay de varios tipos. Algunos son de fabricación casera, otros de importación. Pero todos están de oferta. 
Fabricación casera: realizados con materiales de primera calidad como el algodón, o la espuma a módico precio se ofrecen: colchonetas, cazadoras con mangas largas con las que anudar la mano que golpea con insistencia, batas con las que abanicar. 
En este apartado hay que incluir los objetos que provienen el reciclaje como son el pulverizador y la maraca perdida de Machín, fundamentales en el arte de condicionar, así como los productos perecederos: los espárragos, las patatas fritas, la galleta, chicle y el chocolate. 
Entre los artículos de lujo están los horarios en los que refugiarse ante la invasión de la realidad que gira, gira como una peonza, sin trazar ningún rumbo fijo. La elaboración cultural emerge con el lenguaje cuando se escucha: - Así es la vida, nadie da nada por nada, tú a lo tuyo, hay que resignarse, las cosas son como son, es lo que hay, siempre ha sido así, no me afecta, que se le va a hacer, yo no sé nada. 


DEFENSAS.

- ¡Médico yo.!.- Grita mientras levanta el puño de mi bata para descubrir la tirita que fue necesaria tras unas cuantas caricias negativas. 
- Defiéndete. No no, defiéndete. 
- ¿Cómo?. 
-  Bofetón. No puede. 
- Y si le hago daño. A él. 
- Bofetón y se acabó. 
- ¿Tú crees que haciéndole lo mismo parará?. 
- Ricky Martin, guapo, guapo. ¿Con qué duermes?. 
- Son las tres pasadas vete a clase. 
Duelos de tirones de pelo, patadas y/o coces, puñetazos y/o empujones, lanzamiento de sillas y mesas, grietas que se abren en las paredes de la cordura. ¿Estamos en el pabellón cinco o en un taller?. Gritos sordos, invasión del espacio físico, sonoro, la reencarnación de Atila lucha por emerger mientras se ejerce la libertad agarrando la cazadora y dirigiéndose a la puerta para escapar de este caos sostenido que se retroalimenta con cada agresión. Pero el sano derecho de ejercer la libertad es coartado por las normas de la institución, donde la hora de salida la señala el zumbido estridente de la sirena. Huir sólo es posible a través del ataque de risa, cubriéndose la cabeza con la cazadora, forrándose con papel, o manteniendo el ritmo constante de un balanceo incesante. Si fuésemos capaces de coordinar un movimiento global a la derecha cuando la silla vienen por la izquierda, el salto cuando ruedan las ceras, un giro de cabeza cuando vienen las fichas de madera no tendríamos tantos moratones y en el Botiquín habría más tiritas y alcohol. Ya no sería necesario tener el betadine y el trombocid en el capacho. 
 No hay lágrimas, se secaron hace tiempo. Ya nadie las recuerda. Hay gritos, aullidos, alaridos, sonidos guturales, ecolalias, logorreas, fonemas sueltos con acento portugués, soniquetes constantes que nos aislan: - ¿telecinco di..?. la manta, la man... la almorana, sobre roca firme, castigao, no, no, puta, el coche, puta. 
El tiempo se va por la tubería del inodoro, camino a la cloaca y con él arrastrará la posibilidad de un comportamiento medianamente normalizado, donde sea posible pasear por las calles de los lugares de origen sin ser el punto de mira de los desconocidos. Relegados a las cuatro paredes de una casa que los vio crecer, confinados en la terraza atisbando el regreso del padre, tumbados en el sofá, pasando páginas de una revista de atrás hacia delante con las letras boca abajo y llamativos colores en las ilustraciones, deambulando en círculos con la mirada perdida, pidiendo perdón para escuchar villancicos en agosto. ¿Ese es el futuro?. 
  



JARDIN DE SOMBRAS

Miremos en positivo para evitar colocar en una balanza los pros y los contras y así evitar llegar a la pregunta: - ¿Compensa recibir golpes?.- Sabes que tras esta estancia se afianzarán con más intensidad las raíces de tus pensamientos y llegarás hasta la emoción y mucho más allá, al sentimiento. Las palabras: coordinación, escucha, apoyo, deficiencia, institución, familia, profesionalidad, respeto, complicidad, confidencia, violencia, instinto, priorización, lenguaje, ya no serán palabras huecas, anodinas. Ha ardido el envoltorio de la sociedad consumista. Has atisbado entre la carne, las vísceras y los huesos: el alma solitaria, desgarrada tras la brusca ruptura del cordón umbilical, el alma obsesiva y compulsiva tras ser el hazme reír, machacante, monótono que me hace una pregunta: -¿Qué es respeto?. Pero incluso en medio de la ley del talión te has topado con una mirada limpia ,que te ha desnudado con delicadeza al quitarte las gafas para mirarte a los ojos y pedirte que dibujes, con el color de la esperanza, unos minutos de cordura para revisar su pasado. En medio de las almas solitarias, una presencia inquieta, desafiante, escurridiza y estremecedora te reclama caricias y besos entre empujones y saltos. 

ALIMENTACION

PRIMER PLATO 
 La negación de los acontecimientos, la evasión de la realidad se logra lanzando contenedores de falsos saludos, de sonrisas profident, entre carrera y carrera tras el rastro de golpes, portazos y agresiones. 
No hay horizontes cercanos a los que asirse, no hay punto no contaminado, sólo la fuerza centrífuga que excava, excava en movimientos circulares, invadiendo el oxígeno, la paciencia, elevando el tono, buscando la contención de la agresión y el miedo a no salir con vida. 
SEGUNDO PLATO 
Por fin un leve equilibrio, estoy afuera en lo metacognitico, en pleno ataque de risa para poder soportar la idea de que debo permanecer de lunes a viernes. - Vuelve los ojos hacia el único eje posible, tú misma, tu propia alegría, tu fuerza para cantar y seguir respirando entre la tormenta de escupitajos y vómitos ,ante la autoridad contradictoria de una Psicología, que marca el ritmo con una de las maracas de Machin y busca el desarrollo en el desenvolvimiento mágico de la genética.-  Sólo encuentro una voz que escucha, escucha impotente. Y en esa escucha se gestarán nuevas fuerzas, nuevos espacios y tiempos para sobrellevar el peso del caos, la alienación y la culpa. 
POSTRE 
- ¿Prefieres una cucharada grande o pequeña para el postre?. 
- Sin duda una pequeña para prolongar el placer. 
Paseos por la playa, mar bravo, salado, bajo la sonrisa de Mariam en el Kabab Salam, cuscus para comer, crema de berenjenas como bienvenida y un té negro con mucho azúcar para endulzar el desaliento y retomar el pulso de la cordura con ayuda de los abrazos de Leila, las preguntas de Nader y las presencia de Marimer.

FACTURA 
Mi atención ha alcanzado umbrales insospechados y la comunicación no verbal es la herramienta con la que pulir las piedras de esta cantera, que serán enviadas a otro planeta con el paso del tiempo, cuando cumplan los requisitos de tener una edad y un informe como pasaporte. Las fuerzas flaquean y en pleno océano cuando estaba a punto de ahogarme aparece una isla: Apoyos.  
  
  
  


APOYOS

¡Cuanta libertad anclada, relegada a la orilla de los pantanos de la locura!. El grito acecha, sordo, punzante, la caricia negativa aflora sin tregua, busca el camino de la pincelada espesa, densa, firme. No hay armadura lo bastante resistente para evitar el cansancio de luchar contra corriente. No hay escudos capaces de protegerte contra la ignorancia y la perversidad. Pero el cielo se cuela a través de las grietas. Unos brazos te acogen y te inundan con la luz de la complicidad y la esperanza. Una mirada que observa, escucha y te ayuda a sortear la fuerza caótica que eleva las sillas hasta la altura de la cabeza. En medio de la escalada de violencia, capaz de transformar la piel en un elemento tan insensible que son necesarios unos minutos para percibir el dolor que desgrana la sangre de la herida, persiste una presencia silenciosa y dulce contemplando la lucha y ofreciendo la oportunidad de entablar un diálogo sereno. 
Un atisbo de amabilidad, el brillo de la buena educación, el compromiso necesario para trabajar en armonía con uno mismo es un bien preciado, valioso, escaso. Entonces la carcajada deja de ser una defensa y se transforma en sonrisa, en guiño. Los días discurren rápidos, los minutos de confidencia lentos. Hay una quietud necesaria y palpable que nos lleve a respirar profundamente para soportar sentir la esencia de una emoción: la pérdida. Pérdida de lazos con los demás, abandono de la paciencia, el autocontrol no existe, se va. La pulsión primaria nos alborota el equilibrio, irrumpe rasgando el dialogo sincero mezclando la desidia con la alegría, el azul cobalto con el blanco. 
Entre las tinieblas brotará la luz del faro mostrando la senda de luz sobre el agua agitada, estéril para traer hasta esta orilla un puñado de aire fresco con semillas de paciencia y silenciosa complicidad. La miel de la vida deslizándose a través de unos gestos tiernos, cariñosos y limpios para  sobrevolar la realidad y evitar la mutilación de las alas ante las balas que dinamitan el orden ajeno. No hay sed, no hay hambre, no hay sueño. ¿Dónde vamos?. La meta está en junio, más allá de la frontera del verano, y mientras cada día es una meta consolidada porque no se han canalizado las agresiones con otra agresión, y no se apoderó el miedo del pensamiento. El estómago se abre un poco, cada vez es más fácil retener el centrifugado mental y hacerse inmune al caos circundante porque hay personas que te respetan y se desenvuelven sus gestos con una ternura exquisita transmitiendo la necesidad de no olvidar mirar hacia adentro. La memoria sonora logra no hacerme perder el ritmo propio. 
Son las cuatro y media, la hora de salida se aproxima y con ella una canción de despedida, en cuyo estribillo se repite: 
- Tere, no te has ido y ya te extraño.-  
  
  


¿DESPEDIDAS?

-¿A dónde van los besos que no damos?.- 
Vienen hasta esta ciénaga de movimientos caóticos, deshilvanados, con contracturas, cifosis y fracturas. Llegan envueltos con arcadas secas, en silencios desbordados por la rabia y el ostracismo. Y en medio del relinchar adolescente, de la coz emerge el cántico envolvente, sereno, rítmico proporcionándonos la oportunidad para transpirar la adrenalina y la tensión acumulada. Surge el poder de la palabra compartida, la complicidad en la sonrisa que logra la empatía entre dos aves migratorias. Y cuando el vínculo ha florecido sobre el estatus llega la hora de la despedida.  
Unos dan las gracias, otros preguntan: ¿dónde esta la chavala?, para dar una palmada en la espalda y mientras yo, no soy capaz de articular palabra alguna. Tú sabes que no puede mediar un adiós entre nosotras, sino un breve contacto ocular y un gesto. Te bastó con levantar la mano hacia el cielo y acariciar con los dedos el aire con tu ternura sutil, fresca para transmitirme una vez más el aliento necesario que me impulsa a seguir buscando dónde está la Vida al otro lado de esta institución. 
Volveremos a vernos, a reír juntas y a contarnos lo que realmente es importante en esta vida: cómo son los vínculos que establecemos con los demás.  
El martes me preguntaré si tú también te has puesto el jersey malva y sabré cuando estarás mezclando un amarillo limón con un rojo magenta para pintar un nuevo sol en otro cielo, si falta de que nadie me lo diga. Mientras el ruido seguirá invadiendo mis tímpanos, y las preguntas revolotearán por el aire: - ¿Qué tal con la nueva?. ¿Estás enfadada?.- Respiraré profundamente, haré un ejercicio de memoria y me diré. - Ya queda menos para alzar el vuelo. Prudencia y paciencia para no autolesionarnos, para no estar ni en el punto de mira, ni al otro lado del agujero negro. 
  

  


ZxZ= 2Z 
Z= Sentido.

Rompe, rasga con el índice y el pulgar mientras el corazón, el anular y el meñique se abren cual abanico. La mano tiembla, pero no duda. Rompe, rompe, rompe. Ajena a todo cuanto acontece a su alrededor. Los ruidos excavan, trepan, asfixian alienan el ritmo del pensamiento creativo. 

-¿Más nieve para la función?. 
- Más, más, más. Más madera, más madera pedía Groucho.- Susurran las suelas de mis zapatos. 
- Más forespan para afianzar la prensión. 
- Podemos hacer nieve con los pies. 
- Sí, pero me interesa que haga la pinza.

* * * 

Dos trozos de madera conforman el espejo. La imagen invertida se transforma en simétrica. Un alambre sirve para aunar las mitades que por si solas no sirven para colgar la ropa. - Clic, Clic.- ya puedes abrir y cerrar la pinza. Ya tenemos una herramienta con la que colgar los calcetines de la cuerda. 
  
  
  

CONDICIONES METEOROLÓGICAS

Almas alienadas que han perdido la sensibilidad necesaria para atrapar olores, para responder a la llamarada de esputos con el agua desinfectada. ¿Dónde está la frontera de lo normal y lo patológico?. En la frecuencia. Sí, en la saturación de conductas inapropiadas que se instauran en el orden institucional. Recinto con hilo musical. 

CANALES DEL HILO MUSICAL:

v TV ANDALUZA I. 
ÿ Tías guarras. 
ÿ La yegua, el caballo. 
ÿ No se dan golpes. 
ÿ Traga saliva, ponte derecho. 
ÿ La bata. 
ÿ Da igual. Tú. Un jamón.  
ÿ Como fondo. Eructos increscendo.

v TV ANDALUZA II 
ÿ Balada de gritos, aullidos, alaridos y relinchos. 
ß Letra: -No, no, no. La almorrana. 
ÿ Canción de Bienvenida: 
ß Buenos días. 
ÿ Canción de despedida: 
ß La grava del camino danzando un rock and roll. 
v Cuñas publicitarias:

ÿ Un cuidador al Taller de Cerámica. 
ÿ Ana ponte en contacto conmigo. 
ÿ Meli pasa por la sala de televisión.

Profundizar en la locura, sumergirse en las ondas concéntricas de la charca para contemplar la piedra quebrar la quietud de las aguas, su descenso hasta el fondo del fango y sentir como se alborota la superficie del estanque alejando el alimento de los microorganismos que conviven en esta agua estancadas. En el balón de oxígeno la única conversación posible. 
- ¿En junio?. 
- Vacaciones. 
- ¿Dónde están las vacaciones?. 
- Se acabaron. 
- ¿Por dónde?. Junio, ya me aburrió, quiero pegar, estoy a punto de pegar...  
  
  


TENTEMPIE

Irse, partir dejando la puerta abierta, o hacer un mutis sin más, desvanecerse en la grava del camino tras meter la primera y no volver a mirar ni por el espejo retrovisor. Deseos imposibles. Una parte de ti está allí. Dejaste un jirón de piel machacado por la pintura y la sangre de las caricias negativas. Recuperaste la fuerza del corazón con que te decías a ti misma: 
_ Si te saqué una vez de tu muro acolchado gracias a las mañanitas volveré a sacarte de esta escalada de puñetazos con otra melodía.- Fuiste capaz de no quebrantar tu ley: 
TÍTULO I. 
No poner la mano encima a nadie. 
TÍTULO II  
No acabar hipocondríaca. 
TÏTULO III  
Salir sin ningún hueso roto.

Poblaste los sueños de un "borracho dormido" con ayuda de la trompeta de Miles Davis y le hiciste levantarse, caminar hacia la fuente del sonido y danzar alegre, feliz por ser capaz de encontrar una vía de conciliación entre su paraíso juguetón, bullicioso y sus dificultades motoras para caminar erguido, agarrar los cubitos.  
Las emociones previas al intercambio social, las actitudes que sustentan el acto comunicativo son los objetivos prioritarios en este Jardín de Sombras, donde la luz del sol es un espejismo y la tormenta de rayos estéril, caótica y autodestructiva quiebra desde las neuronas hasta el aire que respiras entre paredes desconchadas, sillas rotas y cerraduras que guardan todo objeto considerado por su textura como arma blanca, objeto contundente. 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  


PROGRAMACIÓN.

La sed 
la necesidad de un plato de comida caliente 
el silencio cómplice 
el afán de sorpresa 
una palabra en la que apoyarse 
bastones para no caer en el pantano de la locura. 
Desidia en las nubes 
palabras huecas 
nuestras acciones embrutecidas por los golpes constantes, 
por utilizar como defensa un violento ataque 
cabellos arrancados,  
uñas rotas, 
heridas infectadas,  
mentiras. 
Y como filtros: gafas de sol, 
silencios que acechan el más mínimo descuido, 
cajas podridas de decisiones a las que dar sepultura. 
Necios, ignorantes, suicidas, masoquistas, crisálidas, piojos, y aves migratorias conviven en este castillo, donde los lenguajes son plurales y no hay respeto por lo ajeno, sino afán por conquistar un espacio de evasión y sostenimiento ególatra. 
Al salir, el agujero negro que se atraviesa es real, tangible, ya no es posible retornar a lo que eras antes. Hay demasiadas huellas, cicatrizan las heridas, desaparecen los arañazos, los hematomas acaban por disolverse en la piel y la nariz vuelve a ser capaz de oler el pan del horno de la confitería a dos cuadras, pero has talado bosques de paciencia, has aprendido a permanecer en silencio como mecanismo de supervivencia y a reír como mecanismo de defensa. El tono de voz te delata la ira que te provoca la pasividad, el conformismo del status quo, olvidar la medicación y la pérdida de conciencia. Y rubricas lo que ya sabías: - Los que están por encima y por debajo de la media ni suman, ni restan. Simplemente se les anula de las cuentas.-   
  
  






Publicado en una web que ya no existe


 http://www.liceus.com/cgi-bin/ac/pu/Esmeralda_Vizcaino_relato





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