jueves, 13 de septiembre de 2012


ILUSION DEL COMIENZO
Una nueva etapa comienza al arrancar el final del verano. Las margaritas amarillas llevan anunciando desde hace una semana con su esplendor, el crepitar de este ciclo que se cierra cada verano y el comienzo del nuevo periplo en las aulas. Un nuevo curso académico, para los que estamos al otro lado del pupitre también. Los trámites cada año son los mismos, pero con matices que nos llevan a preguntar una y otra vez. Es la ocasión para el reencuentro con personas con las que compartes este tiempo de espera, de incertidumbre. No recuerdas sus nombres, aunque cómo podrías recordar un dato que jamás te dieron. Te conoces de verte en la cola, con los papeles que firmas, certificados médicos dando constancia de una salud física adecuada, y entre firmas, números de cuenta bancaria ya no juramos, prometemos.
            Aprendimos a no jurar por no tentar a la suerte, a las fuerzas superiores, o porque nos enseñaron que no debemos jurar en falso. Le pregunté qué prometía a una compañera de Facultad, con la que comparto más tiempo durante nuestros intentos fallidos opositando que, durante los tres años que compartimos aula. - Yo firmé y prometí no hacerme daño, no precipitarme demasiado. Prometí ser fiel a mi actitud vital de ayudar a los que me rodean, de involucrarme hasta el límite de mis responsabilidades, dejando atrás esos límites que marca la ética y el deseo de construir un mundo mejor.
            Nos despedimos intercambiando una vez más los teléfonos y me quedó en la memoria sus ojos grises ajados, roídos por las ojeras. ¿Dónde está la mirada alegre de aquella compañera, su dulzura?. ¿Qué habrá visto ella en mis ojos? ¿Habrá visto la misma promesa?. ¿Cuántos estaríamos a la cola si el examen médico fuese psiquiátrico?
            Este año descolgaré el teléfono y la llamaré, porque su mirada no puede apagarse en el silencio. Es cierto que las ilusiones hay que inventarlas, generarlas desde adentro del corazón para encontrar una razón por la que levantarse cada mañana.

ED Esencias  Nº28 sept 2005

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